viernes, 29 de marzo de 2013

RECLINING NUDE 8 (the end)

Esta composición es el último Reclining Nude de la serie. Evidentemente hay más, y estos editados han sido una selección de los que he considerado se podían mostrar. 

Han sido un homenaje al fascinante sexo contrario que jamas me cansaré de contemplar y dibujar. Y, si un día el ver un RECLINING NUDE", ya no me mueven las ganas de plasmarlo en una tela o un papel, prefiero pasar directamente a la cuarta dimensión.

Algunos se preguntaran porque no hay reclining nudes de hombres. Soy el primero en admirar la belleza de por ejemplo: el David de Miguel Angel. Pero no me motiva dibujarlos y menos pintarlos. Uno es como es.

jueves, 21 de marzo de 2013

viernes, 15 de marzo de 2013

domingo, 10 de marzo de 2013

El árbol y sus ramas desnudas (como un cerebro)

En mis tiempos de ilustrador anatómico para un prestigioso laboratorio (que ya no existe pues fue absorbido por una multinacional) dibujaba cerebros humanos con todo detalle y con la técnica del aerógrafo (pintura expulsada a través de una pequeña pistola). Estos cerebros, trabajados con minucioso detalle, (siempre bajo la inestimable dirección del doctor y ahora gran amigo Miquel Pallarés) se imprimían en unas láminas que, más tarde, y a través de los visitadores médicos, el laboratorio facilitaba a los neurólogos.

Esta vuelta al pasado viene a cuento de que ahora, cuando voy al campo en mi otra faceta de pintor, y miro los grandes arboles desnudos de hojas, me recuerda a cuando hacia cerebros. Vienen a ser lo mismo: un tronco con sus terminaciones en forma de ramas. Es más, creo que estos arboles tienen a veces comportamientos parecidos a los cerebros humanos. Yo he visto arboles mal tratados (mal podados) que han sufrido una especie de depresión y su aspecto es de lo mas triste. Les pasa igual a muchas personas que, hoy en día, con tanta represión, tanto recorte y mal trato se quedan como estos arboles mal podados que, en vez de levantar sus ramas al cielo quedan abatidos, y sus terminaciones están mirando más al suelo que al azul del cielo.

Este árbol de la pintura, una higuera, tiene sus ramas desnudas de otoño, mirando al cielo y esperando la primavera para hacer sus hojas y mas tarde sus apreciados higos. Es un árbol bien podado y que solo esta esperando su momento para dar lo mejor de si mismo. Ojalá se les pueda dar lo mismo a las personas para que den lo mejor de si mismas.

viernes, 8 de marzo de 2013

viernes, 1 de marzo de 2013

RECLINING NUDE 4







Cuento invierno 2013: EL PRACTICANTE TRILERO


EL PRACTICANTE TRILERO


¡La madre que los parió, se equivocaron!.

En una rutinaria analítica de control me sacaron sangre. Aquel día, en el CAP, había un practicante de relevo que se hizo la picha un lío y, por lo visto, el muy burro confundió los tubitos. El tío en cuestión era una especie de trilero de la rambla. Recuerdo que lo vi manejando los tubitos de sangre extraída. Mi tubito lo depósito al lado de los otros tubitos, y los manejaba como un trilero (tienen un ojo puesto en el timado y el otro en sí ven a la policía). Ahora tubito a la izquierda, ahora a la derecha, ahora en el centro y vete a saber tu donde me puso el mío. Yo me lo miraba y me decía, porque coño este tío no les pondrá el nombre correspondiente a cada uno cuando saca la sangre, ¿seria lo logico, no?. Pero no, el tío lo hacia todo en plan producción: primero saco las sangres y luego pongo los nombres y así, lo tubos quedaron a merced del destino. ¡la madre que lo parió!. Y paso lo que tenía que pasar. Al cabo de una semana me llamaron del CAP.

Mi médica, por cierto una competente médica donde las haya, me recibió con una cierta cara de preocupación (hemos compartido una serie de episodios, y me tiene una cierta simpatía). Conclusión: que la analítica salió tan mal, que me hicieron todas las pruebas que le harían a un tío, si hubiese sobrevivido al atropello de un camión. No tenía nada bien, se había disparado todo en la analítica: el colesterol estaba en zona roja, tenia mas azúcar que una crema catalana, las transaminasas (regulan el hígado) eran las de un alcohólico perdido y el resto de la analítica estaba tan jodidamente mal, que la médica me tomo cálidamente la mano, mirándome como si no se creyera que estuviese vivo. Luego me mandaron a casa ((casi me dijeron que guardara cama) para que, pasados unos días, me harían una segunda analítica de contraste (no se la creían) y, acto seguido, remitirme a ver un personaje del mundo de los médicos llamado: el analista (que como dice su nombre, debe suponerse, es el que más sabe de analíticas).

Ante el panorama de hacerme más pruebas me dije: ¡A tomar pol culo! y el día antes de la contraanalítica organicé una comida con mis buenos amigos: el Monty (mi hermano) y el Emili, (que, dicho de paso, tampoco están para lanzar cohetes) y nos zampamos unos pies de cerdo al chocolate (especialidad de Montse) con dos botellas de tinto de la Ribera del Duero y de postre, unas mandarinas confitadas regadas con chocolate caliente, así como una botella de Cardhu, y todo ello acompañado con un surtido de galletas, todas ellas rellenas del más fino colesterol, y me dije a mi mismo: perdidos al río, y si me tienen que hacer una segunda revisión y mandarme a ver a un extraño personaje como el analista, con el fin de que este me haga más pruebas, al menos que haya un buen motivo.

Bien, pues ahí viene lo bueno e increíble: me salieron unos análisis como los de un chaval de veinte años especialista en trihatlon. Y, es que, tirando para atras, lo que pasó aquel día, fue que el practicante trilero se hizo la picha un lío (yo creo que el tío iba colocado). Una vez extraída la sangre mezclo los tubitos y les puso a voleo los nombres de identificación. Asi pues, uno de los nombres de los personajes que nos habían convocado para la visita de aquella mañana, fue a parar a mi tubito. Y, mi nombre le toco a un tío, que ya debe estar en la cuarta dimensión, porque le pasaron la analitica correspondiente a mi tubito, y por tanto, su analítica le salió de coñá. Y el tío debió decir ¡milagro! con lo mal que estaba y mira ahora. El hombre se debió tirar a la dulce vida, bebiendo y comiendo lo que le salió del alma, por esto digo que el tío en esto momentos se debe estar paseando por el más allá...últimamente he oído sonar varias veces las campañas del pueblo.

Moraleja: si vais al médico para que os hagan una analítica y no esta la enfermera oficial, y en su lugar han mandado a un practicante (este o no colocado). Le decís que la sangre se la saque a su madre y que ya vendréis otro día. Os ahorraréis una mala semana (pero quizás os perdáis unos suculentos pies de cerdo con chocolate).