miércoles, 18 de noviembre de 2009
Sexo y salud
Os recomiendo el libro de mi buen amigo el Dr. Miquel Pallarés: SEXO Y SALUD escrito en colaboración con Francisca Molero y su hija, la Dra. Ester Pallarés, para el que he cedido gustosamente estas dos ilustraciones, aparte de otras más que aparecen en el libro.
Es, como dice en su prólogo, un libro para resolver y prevenir los trastornos sexuales y disfrutar de la sexualidad (casi nada).
El libro es ameno y fácil de leer; lo cual se agradece en un tema como este, en el que enriquecer los conocimientos de uno puede ser básico en sus relaciones (presentes o futuras).
lunes, 16 de noviembre de 2009
Pintura musical
Hace ya años, muchos años, que voy detrás de la máxima simplificación (no abstracción; como decía Picasso: necesito ir tras una pieza en concreto, sino no se lo que estoy cazando). Me inclino más por la síntesis de los japoneses ante unos personajes, el mar o un paisaje o lo que se ponga por delante. En estas acuarelas de Esaouira (antes Mogador) pienso que casi, casi lo estoy consiguiendo. Una mancha con el pincel (a dos manos, como si estuviese frente al piano) y luego, cuando todavía las manchas están húmedas, unos vigorosos y sutiles trazos en negro como tocando el violín...y ¡Plass!... la música (bueno, al menos este es el intento, otra cosa es si se logra la sintonía de color).
Vayan por delante estas cinco acuarelas que, aparte de lo dicho en el párrafo anterior, tienen como principal objetivo ser un simple y sensual divertimento.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Con los dedos
Me gusta comer con los dedos. En la posada del peine (casa de Monty y Amparo) las sardinas las comemos con los dedos (se deben comer con los dedos porque saben mucho mejor); se cogen por la cabeza y la cola y tras, tras y a la boca. Los calçots también se comen con las manos; en las memorables calçotadas de Rodanya en casa de Joan se cogen los calçots con los dedos y después de mojarlos en la salsa Romesco (extraordinario descubrimiento de la gastronomía catalana) patapam, al buche. En Marruecos se come el cuscus con los dedos y es una gozada (esto si, cada uno come de su parte de la cuscusera sin invadir la parte del otro).
Pero como esto no es un blog gastronómico os diré porque lo cuento. Un día me pregunté porque no pintar con los dedos si eran más sensibles que el pincel (me gusta hacer cosas nuevas y con los dedos aún más) y me puse manos a la obra y pinté estos dos retratos; uno fue un autorretrato (cuando quieres experimentar lo que tienes más a mano es tu propio rostro) y el otro oleo fue un retrato de Eva (estoy hablando de hace ya unos años y por ello la veréis con cara de niña). Bueno, pues una vez terminados, y después de comprobar que, efectivamente tenían sus calidades, comprendí, que el trazo del pincel como prolongación de la mano era una inestimable e insustituible herramienta para pintar. Después (el experimento no quedó en saco roto) lo que he hecho a partir de aquellos dos óleos fechados en el 83 ha sido que, en algunas fases de la pintura, dar unos toques con los dedos (sobre todo con blancos de zinc).
martes, 3 de noviembre de 2009
100 RETRATS TRAÇATS (58)
Marian es la del retrato nº 58. Marian trastabilló el otro día bajando por las escaleras y se cayó; consecuencia: lesión en los ligamentos y quedarse unos día en absoluto reposo para que todo se calme y ponga en su sitio. Y ahora, es como si la viera; no va a perder en absoluto el tiempo lamentándose de su mala suerte. Lo más seguro es que una mujer como ella tan ávida de saber, de ver y de conocer, esté en estos momento rastreando Internet, leyendo un libro o quizás viendo una buena película. Y creo, por lo que conozco de ella, que es de aquellas personas a las cuales el tiempo les pasa volando y que desearían alargar los días sin las pausas de las noches y así, de esta manera, que cada jornada tuviese 24 horas para poder conocer ver y hablar con sus amigos a los que tanto afecto tiene y que, con su incansable capacidad de comunicación, no pararía de compartir.
Las veces que hemos coincidido (nos la presentaron Monty y Amparo en una memorable calçotada con los Pataquet) la he visto siempre disfrutando de la vida, conversando y compartiendo mesa. No he notado que se alterarse por nada (parece inglesa), manteniendo siempre este tono pausado y acompañada de esta permanente sonrisa que la caracteriza (debe ser difícil enfadarse con ella).
Trazado por empatía
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