lunes, 16 de noviembre de 2009

Pintura musical






Hace ya años, muchos años, que voy detrás de la máxima simplificación (no abstracción; como decía Picasso: necesito ir tras una pieza en concreto, sino no se lo que estoy cazando). Me inclino más por la síntesis de los japoneses ante unos personajes, el mar o un paisaje o lo que se ponga por delante. En estas acuarelas de Esaouira (antes Mogador) pienso que casi, casi lo estoy consiguiendo. Una mancha con el pincel (a dos manos, como si estuviese frente al piano) y luego, cuando todavía las manchas están húmedas, unos vigorosos y sutiles trazos en negro como tocando el violín...y ¡Plass!... la música (bueno, al menos este es el intento, otra cosa es si se logra la sintonía de color).

Vayan por delante estas cinco acuarelas que, aparte de lo dicho en el párrafo anterior, tienen como principal objetivo ser un simple y sensual divertimento.

No hay comentarios: