Estadística, precision, ojo clínico, medidas, contramedidas…que empiece el juego pero sólo cuando todo esté estudiado hasta el más mínimo detalle. Libreta en mano y con una de sus amplias estadisticas, Joan (el sólo) averiguó que en el juego del tenis playa no siempre gana la pareja que juega mejor y la más vistosa sino la que comete menos errores no forzados. Ah! amigos ¡que descubrimiento! porque a partir de estos minuciosos estudios el juego se volvió más conservador; parejas que le pegaban duro se dedicaron a pasar la bola con delicadeza y sin fallar porque, en el fondo, la gente lo que quería era ganar. Y así de esta manera el astuto Joan cambió la dinámica del juego llevándolo todo al terreno de la paciencia y la precisión (ni que decir tiene que, a más de un genio del juego, le creo un cortocircuito de por vida).
Doy fe que todo (al menos por lo que yo conozco) lo hace igual. Una vez hace de esto algunos años él y su mujer Gloria nos invitaron a cenar a su casa de Terrassa (Preciosa y recien estrenada); pues bien tenía perfectamente ordenadas, alineadas y en plan de comerse a la temperatura adecuada con una base de hielo picado unas 100 ostras de galicia cuyo sabor, textura y color quedaron en mi memoria como el maná de los dioses…la hostia, os juro que fue una cena memorable, no quedó ni una (el miraba, no le gustan las ostras; al tiempo que anotaba mentalmente que a estos tíos los volvería invitaría a cenar su…).
Joan es o ha sido (ahora no estoy bien bien al corriente si todavía entrena) como uno de los entrenadores del hokey hierba de Terrassa (donde sino), con el honor de tener una de sus tres hijas, o las tres, disputando nada menos que en los juegos olimpicos (algo del cual no todos podemos presumir).
Trazado con un parecido aproximado de un 86%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario