Si has visto Roma, Florencia y sobre todo Venecia ya te puedes morir. Si, además has tenido la suerte de compartirlas en compañía de tu amante, o de tu querida (en mi caso ha sido con mi amante y querida Montse) ya te puedes ir, tranquilamente, a la cuarta dimensión. Para un amante del arte, es tanta la belleza de estas tres ciudades, que te dejan en un estado de shock. Es sólo con el tiempo que puedes llegar a digerir estos platos de tantísima belleza.
Estas acuarelas son un homenaje hacia ellas.
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