A esta barca devastada por el tiempo, la mar y la vejez le hice, hace tiempo, este dibujo. El tiempo es inexorable y cruel con las barcas y las personas y con todo, pero, en el fondo, no deja de ser un fenómeno natural. La miro. la dibujo, y siento una cierta tristeza mezclada con mucho cariño y ternura.
En cierta manera veo un cierto paralelismo con lo que le esta sucediendo a nuestro país. Se está desmoronando día a día. Pero esto ya no es natural, sino producto de la sinrazón, la mala calidad de las personas que nos gobiernan, y del afán desmedido de poder y dinero, arramblando con todo lo que se pone a tiro. No quiero cansar al personal ni a mi mismo, citando los casos incontables e innombrables de corrupción de este país. Ver como se esta desmoronando todo como la barca, me produce una inmensa rabia. Pero, en este caso la ausencia de cariño y ternura es total.
jueves, 19 de julio de 2012
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