En mi ultimo viaje descubrí un paisaje con unas rocas de unas formas inquietantes. En mis anteriores trabajos sobre rocas (publicadas en este bol), mi amigo Marc me dijo: estas rocas que haces, si te las miras bien. parece que estén vivas, y añadió ¿Quieres decir que no no lo están?. Esto me hizo reflexionar. Uno cuando se hace mayor (tampoco tanto) o se se calienta el cerebro (estilo Punset) o se le derrite (no voy a poner ejemplos). La cuestión es que, bien miradas, empecé a ver formas en las rocas. Y he aquí este último trabajo, del que vendrán posteriores, con mis visiones halladas en las rocas vivas.
Cuando estaba haciendo este trabajo estalló la tragedia de Neutown. Aquella absurda y brutal matanza me hizo estremecer. El hecho de que fuera un niño el que viera entre las rocas no tiene nada que ver con el tema, puesto que hacía días que estaba realizando esta tela. Lo que si hizo en mi esta brutal noticia, fue ponerle más pasión y al mismo tiempo ternura, mucha más ternura, a mis pinceles.
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