Estos dos pueblos de la costa dorada se convierten en verano en una verdadera fuente de inspiración- Yo al menos no desaprovecho la ocasión de acuarelar las muchas imágenes que se dan en la playa. Unos descansan, otros nadan, y otros leen y hablan con sus iPhones (esta imagen se repite varias veces) pero la variedad es muy pictórica, al menos para mi. Las personas están relajadas descansando y yo aprovecho la ocasión para plasmarlas en el papel.
Este es un ejercicio que me lleva a tiempos de la escuela Massana cuando teníamos que hacer apuntes rápidos para plasmar una pose del modelo. En la playa pasa exactamente lo mismo, no puedes relajarte ni un segundo porque a la que te descuidas ya no están en la misma posición. Esto te lleva a trabajar rápidamente. Me acordare siempre de una frase que dijo Picasso ( la verdad es que quizás no dijo tantas, pero si se le atribuyen a él,
resultan verídicas, dijo: me gustaría dibujar y pintar con mucha más rapidez, (y Picasso era muy rápido) porque cuando menos trabaje el consciente mas buenos son los trabajos (o algo así dijo).
Bueno, este es el primero de los cuadernos de verano. Si estoy en forma prepararé un segundo. El tiempo dirá.
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