Este retrato pertenece a mi cuñada y gran amiga Amparo. Es la mujer del "veneno" y esto tiene mucho mérito (aunque ya hemos dicho en este blog que dicho personaje tiene un lado absolutamente encantador). Hace años que conozco Amparo y es la vitalidad en persona; recuerdo una vez, hace ya algunos años, fuimos la peña a cenar a su casa y por aquel día, unas fuertes lluvias inundaron su terraza y en el piso de abajo había un palmo de agua, pues bien la mujer en lugar de desesperarse y mandarnos a freír espárragos, hizo la cena con las botas de agua puestas y cenamos como si no hubiese pasado nada. Esta dotada de una enorme vitalidad que le sirve para ser una campeona en el tenis playa, currar (le encantan los niños y es capaz de jugar con ellos mucho rato) y luego, al atardecer se va a remar con las bogadoras (en catalán a una remera se la llama bogadora). Montse y yo la queremos mucho a Amparo y es una gran suerte tenerla de cuñada y amiga. Trazado con especial cariño.
2 comentarios:
como bien dices es una persona muy vital ,siempre dispuesta en todo momento, nunca tiene un no, a nosotros nos ha abierto las puertas de su casa (bueno y casa tambien del tozudo entrañable)i nos ha hecho sentir como si estubieramos en la nuestra,cosa que le agradecemos mucho, tambien una suerte haberla conocido y tenerla como amiga.besos Amparo
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