A este hombre de mirada sabia y profunda le debo la vida de Montse; a él y a su extraordinario equipo de la Unidad de Cirugía Torácica y Neurológica de la Clínica del Sagrado Corazón de Barcelona (desde el Dr. Molins que fue el que la intervino directamente pasando por todo su atento y extraordinario equipo a la enfermera Consuelo) nuestro eterno agradecimiento. Sabemos tanto Montse como yo que en un tema de su envergadura no se puede decir amen hasta que han pasado años, muchos años, pero de momento hemos podido conocer a Alex y Janna (nuestros nietos) y poder así disfrutar de sus primeros pasos y en lo que respecta a nosotros vivir la vida día a día. Gracias Gonzalo.
El hombre sigue en activo (tiene una edad) y resulta que, cuando la mayoría de los mortales rendidos por el paso de los años se dedican a la contemplación y a la espera, el está más activo que nunca; no para de informarse y de adquirir conocimientos. Corre por la playa no se cuantos Kms cada día y nada todo el año sea en aguas tibias o heladas. Y creo que gran parte se lo debe a los cuidados y admiración que profesa a Carmen su mujer, de la que ya hablaremos más adelante y a la cual no deja jamás que le gane una sola partida de ajedrez (a veces eres duro amigo).
De nuevo, gracias Gonzalo
No hay comentarios:
Publicar un comentario