El número 43 es para Lluis, el analista (saga Mercader de Torredembarra). Casado con Pili, es lo que se podría llamar un tío guapo con un cierto parecido, sobre todo en los ojos, al mítico Paul Newman. Complejo el hombre; (todo lo analiza y desmenuza; es abogado y esto explica mucho) cuando para la mayoría de los mortales las cosas son blancas o negras, para Lluis siempre son grises y además tienen variedad de matices que explica como nadie; la mayoría de los mortales sigue sin entender nada pero él ya lo ha explicado y se queda tranquilo y satisfecho. Supongo que de tanto estudiar los enormes volúmenes de libros de leyes, el tejido cerebral se vuelve más complicado y alambicado (debe ser por eso que hay tantos abogados aficionados al golf porque al final el juego se simplifica en meter una bola en un puto agujero).
Yo no se de que signo es Lluis, pero yo soy capricornio (no creo en esto pero es divertido) y siempre nos hemos caído bien o al menos a mi me lo parece. Deportista nato, juega a todo y es un buen entrenador de hokey-hierba, de féminas, (no me lo imagino explicando una táctica; alguna se debe ir contra su propia portería). Gran padrazo, aunque ahora a sus vástagos ya les han crecido las alas y vuelan solos. Carla, su hija, con la cual tenemos más contacto y a la que hemos visto crecer paso a paso es ya todo una chica con una sensibilidad y educación exquisita. (por lo que se ve hoy en día, felicidades)
Ha plasmado junto a Joan, otro abogado, una de las páginas más memorables del tenis playa de Torredembarra, y con el tiempo se ha demostrado “que tanto monta, Lluis como Joan jugando”; aunque en gran parte, todo se tiene que decir, haya sido a costa mía y de mi pareja (hemos perdido tres finales contra ellos).
Lluis, trazado con cariño y sin rencor
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