A Ricart Morera que estaba allí, en el momento preciso, justo para hacer un trabajo de lo más adecuado:
Eran las doce y media de la mañana. Hacia un calor sofocante, nos habíamos sentado a la sombra de las sombrillas playeras junto a Emili, después de atravesar el Tenneré (así le llamamos a la franja de arena que va desde el paseo a la orilla del mar). De repente Montse me dice que tiene dificultades para respirar; la cosa va empeorando hasta el punto de que le falta aire. Nos alarmamos. En aquel instante llega Eva y Oscar con los niños. Me comenta Eva de avisar a Ricart (el doctor Ricart Morera, el personaje de este trazado). No lo pensamos dos veces y Ricart, solícito como siempre, viene a toda prisa. La ausculta y me comenta que sería necesario llevarla con prontitud a un Centro Médico; primero a Tarragona y en todo caso a Barcelona. De momento vamos al centro de atención del Bofill donde la atiendan profesionalmente hasta que llega la ambulancia. En Tarragona le hacen las pruebas recomendadas por Ricart y el médico que la atiende en Santa Tecla. Por la tarde después de seis horas nos dan los resultados y el alta médica: su pulmón está bien pero ella ha recibido lo que se denomina un golpe de calor; más duro si cabe para una persona más vulnerable.
Y desde aquí agradecer la prontitud con que se llevó a cabo todo. La inestimable profesionalidad de Ricart (también se ofreció el doctor Albert para lo que se necesitara). La extraordinaria atención de la familia Broto, Pili, Gloria, Mª Jesús, Lluis… y a todos los amigos y vecinos de playa que colaboraron para atender a los niños (no cito el total de nombres porque no me quiero dejar nadie) y que fueron clave para que todo acabara bien.
Gracias Ricart, mi agradecimiento por tu amistad y profesionalidad. Este día fuiste clave.
Trazado con mucho respeto.
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