Este retrato trazado nº 46 corresponde a Alfons. Es un tío dicharachero y con una gran capacidad de comunicación. Se pasa horas hablando con unos y otros (creo que es lo que más le gusta) y haciendo amigos. A veces no es del todo bien comprendido por la gente y arma pequeños revuelos sociales sin ninguna mala intención… (bueno, yo creo que si lo hiciesen ministro de asuntos exteriores entraríamos en guerra con media docena de países a la vez). De lo que no cabe duda es que es simpático el Alfons (al menos a mi me lo parece) y siempre ha tenido conmigo una buena empatía veraniega.
El, se le nota, siempre ha tenido un respeto por la jerarquía de los lomos plateados (Monty, Emili y yo) en el tema del llamado ahora tenis playa y siempre nos consulta cosas aunque luego no este de acuerdo en nada o casi nada. Alfons es de los primeros jugadores de este juego cuando le llamábamos “las palas”; porque jugábamos con unas palas de madera llamadas “Ikatsue” y que estaban realizadas con tres planchas de madera prensada. Posee una muñeca prodigiosa y formó parte, por aquellos primeros tiempos, de una memorable pareja con Chan, (personaje nº 48) y que llamaban los americanos porque lo ganaban casi todo. También se tiene que decir de Alfons que durante años y junto a otro personaje llamado Joan C. y del que ya hablaremos más adelante fueron los organizadores de las llamadas “doce horas” y que tanto éxito tuvieron en su momento.
Trazado con afecto
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