lunes, 22 de agosto de 2011

Barca sin nombre



De toda la vida (buena parte de ella la he pasado cerca del mar) he querido pintar una barca sin nombre y sin matrícula. Una barca anónima como la de este trabajo. La barca no se llama María ni Montse (las barcas de los pescadores siempre llevan nombres de mujeres). En esta barca, el nombre y los registros están borrados simplemente porque la están restaurando, y lo hacen los mismos pescadores encima de las mismas maderas que usan para subirlas de la mar. Es una barca de aquí, de Torredembarra, pero sin referencias con lo cual podría ser de cualquier parte del mundo. Me he esmerado en modelar a pinceladas su estructura y dibujar fielmente sus sencillos artes de pesca. Todo ello vigilado por la presencia de un perro.

Esta pintura es, en el fondo, un sentido homenaje a mis amigos los pescadores de aquí y de allá. A una gente que, con sus defectos y virtudes, siempre he admirado. Ganarse la vida pescando por estos mares más bien vacíos de peces (todos hemos contribuido a ello) tiene un merito extraordinario. Para todos ellos pues, esta barca sin nombre.